SINCRONÍAS, por David Azpurgua
El primer artista en formar parte de nuestro showroom/galería es David Azpurgua, con su intervención del espacio titulada ‘Sincronías’.
Esta dinámica instalación que reflexiona sobre el concepto de la
sincronicidad a través de diferentes trayectorias de cinta adhesiva.
Juntas
trazan un circuito de conexiones por distintas superficies, donde cada
línea se despliega de forma particular, dependiendo de su fisonomía y
ritmos creados.
La estética del conjunto -similar a algunos mapas de transportes y laberintos- está organizada parcialmente por «relojes», no regidos a través de un tiempo cíclico, sino por otro vinculado con la afectividad de los encuentros; por las confluencias de energía que se establecen cuando dos o más líneas discurren de forma paralela durante un intervalo. Día a día trazamos nuestras líneas de vida, nos contagiamos, entramos en contacto con otros, porque la comunicación es vital para cualquier relación.
En esta ambivalencia entre grafismo y vida, Deleuze nos recuerda que hay un profundo vínculo entre los signos, el acontecimiento y la vida, el vitalismo. Es la potencia de una vida no orgánica, la que puede tener lugar en la línea de un dibujo, en una línea de escritura o de música. Los organismos mueren, pero no la vida.
Bajo esta premisa, dibujar radica en trazar gestos en un soporte, independientemente de su representación, en sentir como el cuerpo al completo realiza su propia coreografía, inmerso en el acto de dibujar, en la selección de pequeños acontecimientos; ya sean determinadas mezclas de colores, juegos de direcciones u otras derivas en las que se intenta habitar el espacio.
«Aceptar las sincronías, es comprender cuando comienzan y acaban las cosas, porque ahí reside la libertad del otro y la nuestra» — DELEUZE, Gilles: Conversaciones, Valencia, Pre-Textos, 1999, p. 228.